El psiquismo como función de la vida. Taller de psicología humanista

Publicado en: MeditAccion 8

En esta serie de talleres pretendemos hacer una aproximación al tema del psiquismo desde la perspectiva del humanismo universalista inspirado en el pensador argentino Mario Luis Rodríguez Cobos (Silo) y el raciovitalismo de José Ortega y Gasset.

Hay que aclarar que cualquier descripción en el campo de las ciencias sociales ­­‑‑particularmente en psicología‑‑ siempre es una interpretación que cumple una tarea funcional. Es decir, ante la enorme complejidad de cualquier fenómeno social se hace necesario hacer algún tipo de estructuración (un modelo conceptual) para poder comprender su funcionamiento y poder operar sobre él.

Este taller no está dirigido a la resolución de conflictos psicológicos. No es una terapia. Estos estudios están pensados para personas deseosas de ampliar el conocimiento de sí mismas y del mundo en que viven. Nuestro objetivo es ganar en comprensión y profundizar paulatinamente en los entresijos de nuestra propia mente.

El punto de partida

Ya hemos aclarado el objetivo del taller, esto es, aprender sobre el funcionamiento de nuestro psiquismo investigando sobre nosotros mismos.

Nuestra posición parte de la existencia humana, de nuestra propia experiencia de vivir. Ante cualquier otra postura que establezca una definición «a priori» (o teórica) de la psique diremos que, más allá de su validez, siempre estará en juego la vida concreta del que la construye. Esa vida concreta que crea ideas, que interpreta el mundo, es lo que no puede ser puesto en cuestión siendo, para nosotros, el elemento básico para comenzar nuestras observaciones.

El psiquismo como función de la vida

Desde el punto de vista existencial ¿Qué es lo primero que nos encontramos en nuestra vida? Para empezar nos hallamos en un mundo que no hemos elegido. Nuestra experiencia nos dice que hemos nacido en un determinado lugar y en unas condiciones sociales no decididas por nosotros.

A partir de ahí, lo primero que nos encontramos es nuestro propio cuerpo como elemento particular con el cual contamos para interactuar con el entorno que nos rodea. Diremos pues, que la primera característica de nuestra existencia es que se encuentra irremediablemente abierta al mundo. Esto quiere decir que, queramos o no, nuestra vida consiste en un hacer en y con el mundo, en una apertura activa hacia la circunstancia en que vivimos.

Al sistema de relación entre el ser vivo y su circunstancia lo llamamos Psiquismo. El psiquismo aparece con el surgimiento de la vida como un primitivo tropismo que conducía a los primeros seres vivos a buscar las condiciones más favorables para su desarrollo. El psiquismo trata de equilibrar los medios internos y externos de forma compensatoria, alejándose de las situaciones perjudiciales y acercándose a las más beneficiosas.

La unidad mínima de estudio

De este modo, los elementos básicos del psiquismo son el ser vivo y el medio en que vive. Ambos se pueden estudiar de forma separada pero comprendiendo que forman una estructura, una unidad inseparable. Hombre y circunstancia constituyen un todo.

El tropismo inicial, fundamentado en un rudimentario sistema táctil, fue complejificándose en la medida en que la vida iba diversificándose y adaptándose crecientemente a circunstancias más variadas. Aparecieron las funciones nutricionales, motoras y reproductivas. A partir del tacto se fueron conformando los diferentes sentidos (vista, oído, olfato, gusto...) y la evolución continuó su camino dando lugar a millones de especies en las que el psiquismo se quedaba cristalizado o iba dando saltos cualitativos: Los primeros grupos de carácter vegetativo dieron lugar al desarrollo de las funciones motrices. Más adelante, el sistema de emociones permitió una interactuación más compleja, como el cuidado de las crías en los mamíferos. Finalmente, las funciones intelectuales en un grupo particular de primates se desarrollaron exponencialmente a partir de un salto evolutivo en que el psiquismo, por vez primera, se volvió hacia sí mismo.

Nos encontramos con los grupos homínidos, de entre los cuales, surgió el ser humano actual. Es en nuestra especie donde el psiquismo se desarrolla en toda su plenitud y donde puede encontrar las condiciones para un nuevo salto evolutivo.

Concepción del ser humano

Conviene acabar de concretar, de buen inicio, qué entendemos por ser humano, pues uno de los grandes problemas de las ciencias sociales es la falta de fundamentación conceptual. Este hecho conduce a planteamientos muy dispares (y contradictorios) al darse por supuesta una determinada "naturaleza humana" que no está explicitada y que termina en el malentendido. En nuestra concepción el ser humano es histórico y social con un modo de actuar capaz de modificar al mundo y a su propio cuerpo. Es decir, lo esencial del ser humano es su libertad dentro de un contexto cultural que se traslada a todo objeto, institución o acontecimiento histórico.

Ramas de estudio de la psicología humanista

La psicología es la ciencia que estudia los procesos mentales, las sensaciones, las percepciones y el comportamiento del ser humano, en relación con el medio ambiente físico y social que lo rodea. La psicología es el estudio del psiquismo.

Para nosotros, el psiquismo se puede estudiar desde tres puntos de vista que dan lugar a tres psicologías distintas.

Desde el punto de vista compositivo tenemos la Psicología Descriptiva que se ocupa en describir el funcionamiento de los mecanismos mentales en sus distintos aparatos de Sentidos (internos y externos), Conciencia y Centros de respuesta.

Desde el punto de vista relacional, la Psicología Conductual estudia el comportamiento individual y colectivo.

Desde el punto de vista procesal, la Psicología Evolutiva se ocupa de aclarar las condiciones de la Mente para poder preguntar acerca de la cuestión trascendental y sus posibilidades de desarrollo.

En síntesis

El estudio de nuestra propia vida parte del reconocimiento que nos encontramos irremisiblemente en un mundo o circunstancia que no hemos elegido y que nuestra existencia consiste en tomar decisiones (acertadas, erróneas, nimias, dramáticas...) sobre la base de las posibilidades que nos encontramos.

El psiquismo surge con la vida como mecanismo de interactuación con el mundo y, en el ser humano, se encuentra en su estado de mayor desarrollo y con la posibilidad de dar un nuevo salto evolutivo.

La Psicología estudia el psiquismo desde diferentes puntos de vista y, partiendo de nuestra propia experiencia, nos permite investigar sobre su funcionamiento y aplicación en una dirección más acorde a su sentido (evolutivo).


Prácticas de Relajación

Las prácticas de relajación llevan a una disminución de las tensiones musculares externas, internas y mentales facilitando la concentración y el rendimiento en las actividades cotidianas.

Sentado y con los ojos cerrados realiza los siguientes ejercicios

 

Rélax físico externo

Comienza a sentir su cabeza, el cuero cabelludo, los músculos faciales, la mandíbula. Luego va sintiendo los dos ojos al mismo tiempo, las dos partes de su nariz. Luego atiende a la comisura de los labios, a sus dos mejillas, y baja, mentalmente, por ambos lados de su cuello y al mismo tiempo. Se va fijando en sus dos hombros; después, poco a poco, va descendiendo por sus brazos, los antebrazos y las manos, hasta que todas estas partes vayan quedando completamente flojas, bien relajadas.

Vuelva a su cabeza y realice el mismo ejercicio. Pero ahora va a bajar por delante de su cuerpo, por sus dos músculos pectorales. Luego hacia el abdomen, va bajando simétricamente por delante como siguiendo dos líneas imaginarias. Llega al bajo vientre y ahí donde termina el tronco de su cuerpo, ahí debe dejar todo completamente bien relajado.

Ahora retrocede de nuevo. Sube a su cabeza mentalmente, pero esta vez comienza a bajar por la nuca. Ahora va bajando por dos líneas de la nuca, simétricamente. Al mismo tiempo, desciende por dos líneas de su espalda, por su omóplato hacia abajo, cubriendo toda su espalda, llegando a las partes últimas de su cuerpo. Sigue por sus dos piernas, a lo largo de ellas, llegando hasta la punta de los pies.

Rélax físico interno

Nuevamente toma usted su cabeza como referencia. Ahora siente sus ojos, siente fuertemente los globos oculares, los músculos que rodean ambos ojos. Ahora está sintiendo sus dos ojos por dentro al mismo tiempo. Va experimentando la sensación interna y simétrica de ambos ojos, yendo hacia el interior de ellos, relajándolos, relajándolos totalmente. Ahora "cae" hacia dentro de su cabeza... se deja deslizar al interior y va relajando completamente. Sigue como cayendo por un tubo hacia los pulmones, va sintiendo simétricamente los pulmones por dentro y los va relajando. Luego sigue bajando internamente por su abdomen, relajando todas sus tensiones; sigue bajando internamente, aflojando por dentro, por su bajo vientre en profundidad, hasta la terminación de su tronco, dejando todo en perfecto relax.

Rélax mental

Sienta nuevamente su cabeza. Ahí está el cuero cabelludo, más abajo el cráneo. Comience por "sentir" su cerebro por dentro.

Sienta su cerebro como si estuviera "tenso". Vaya aflojando esa tensión hacia adentro de su cerebro y hacia abajo, como si fuera descendiendo la relajación.

Concéntrese. Vaya bajando la tensión, como si la parte superior de su cerebro se fuera haciendo cada vez más suave, agradable. Siempre bajando, bajando hacia el centro de su cerebro, más abajo del centro, mucho más abajo, cada vez algo más algodonoso, más suave, más tibio. Repita este ejercicio varias veces hasta comprender que progresivamente lo va dominando.

Encontrarás una guía completa de Prácticas de relajación en el libro Autoliberación

Conversión de imágenes tensas cotidianas

Tome nota de las situaciones de su vida cotidiana que le crean especial tensión. Examine las relaciones que sostiene con otras personas: en el trabajo, en el hogar, en la vida social, etc. Luego de un rélax profundo evoque esas personas o situaciones que le producen especial malestar procurando relajar los músculos. Apóyese en la introducción de nuevas imágenes que resulten más favorables. Puede intentar darle una óptica cómica a la situación imaginándose a su jefe en calzoncillos, por ejemplo.

Busque el lado bueno de las cosas. Haga positivas esas representaciones de situaciones de tensión. Si, en esta «prueba de laboratorio» logra convertirlas en algo positivo, a la vez que relaja las tensiones que le provocan habrá obtenido un gran avance.


 

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