La filosofía de la inmortalidad

El taoísmo es un movimiento filosófico y religioso de origen chino fundado por Lao Tsé y Chuang Tsé en el siglo Vl a.C. El objetivo de los seguidores religiosos del taoísmo es el logro de la inmortalidad a través de la meditación, ejercicios respiratorios, alquimia, etc., mientras que, en la práctica filosófica, la inmortalidad se logra a través de la unión con el Tao mediante un camino de silencio y quietud.

 

“El Tao es la acción expresada en la no-acción. El Tao es la no-acción expresada en la acción”Haz click para twittear

Cuenta la leyenda que Lao Tsé nació, tras 80 años de gestación, con los cabellos blancos y el rostro de anciano, mostrando su sabiduría desde el primer momento. Noventa años después de su nacimiento, se entrevistó con Confucio que comparó al Viejo Sabio con un Dragón que se remonta por encima de las nubes y no puede ser atrapado.

Esta historia nos aproxima al concepto del Tao cuya esencia no puede ser aprehendida por medio de la razón. De este modo, el pequeño libro del Tao (Tao Te Ching), en un lenguaje paradojal, nos aproxima a la experiencia metafísica de una realidad única creadora de la diversidad fenoménica del mundo y que se oculta tras su aparente ilusión.

El taoísmo comprende la iluminación como el conocimiento realizativo de la reintegración de los seres en el Tao. Una vuelta de todas las cosas a su estado primordial, al no-ser y no-actuar que carece de nombre.

El taoísmo defiende la naturalidad como armonía del ser humano consigo mismo cuando logra ser fiel a su verdadera naturaleza. En ese momento, la energía creadora inmanente al Tao se manifiesta en él.

Una de las fuentes más grandes de sufrimiento es la del temor a la muerte. El logro de una experiencia que dé sentido a la vida, un sentido tal que ni la muerte física pueda detener la presencia de un “sí-mismo” que se continúa, puede resultar de un gran interés para la existencia humana.

¿Es posible que la conciencia mecánica quede en silencio y, sin embargo, algo del ser humano continúe? En todo caso, tal posibilidad abre el futuro.

¡Míralo, pero no podrás verlo!

Su nombre es Sin Forma

¡Escúchalo, pero no podrás oirlo!

Su nombre es Inaudible.

¡Agárralo, pero no puedes atraparlo!

Su nombre es Incorpóreo!

Estos tres atributos son insondables; por ello se funden en uno.

Su parte superior no es luminosa: su parte inferior no es oscura.

Continuamente fluye lo Innombrable, hasta que retorna al más allá del reino de las cosas.

La llamamos la Forma sin forma, la Imagen sin imágenes.

Lo llamamos lo indefinible y lo inimaginable.

¡Dale la cara y no verás su rostro!

¡Síguelo y no verás su espalda!

Pero, provisto del Tao inmemorial, puedes manejar las realidades del presente

Conocer los orígenes es iniciarse en el Tao.

 

Trata de hacer silencio y medita: ¿Qué es eso que es nada pero hace posible que haya algo?

Para ampliar el tema:

Tao Te Ching

Meditación Trascendental