Si ellos te ignoran… ¡Ignóralos tú a ellos!

El mundo está cambiando a gran velocidad. La sucesión de acontecimientos pone en evidencia que el sistema actual no puede sostenerse y que las personas queremos modificar el estado actual de las cosas.

Los representantes de la ideología del dinero están instalados en un sistema de creencias y valores (un paradigma) que establece que el capital financiero es el motor del progreso humano. Para ellos, sin crédito no hay evolución. Todo está supeditado en el dinero. Lo que no es rentable no es factible.

Para nosotros, sin revolución no hay evolución. Ellos no pueden entender que está naciendo un nuevo paradigma donde las cosas son de un modo muy distinto. Donde lo más importante no es el dinero sino las personas. La mayoría empezamos a querer que el mundo cambie. Que cambie el sistema…  Desde siempre ha habido dos direcciones en la evolución humana. Una lanzada hacia el progreso y otra que niega toda posibilidad de cambio. La comunicación entre ambas no es factible porque parten de presupuestos absolutamente opuestos que deberían ser claramente develados.

Entonces, ¿cómo se expresa esa idea tan concreta, evolutiva y humana del cambio? De muchísimas maneras, pero, sobre todo, queriendo que las cosas sean verdaderas.

  • Queremos una Democracia Real, descentralizada, fundamentada en la inteligencia colectiva que busca lo mejor para todos y no para una minoría.
  • Queremos una Economía Real, abocada a la productividad y la satisfacción de las necesidades reales de la gente, léase, que se cumplan los derechos humanos.
  • Queremos una Salud y una Educación verdaderas
  • Pero también queremos expresar una nueva espiritualidad, una nueva dimensión del ser humano que busca realizarse como tal. Un nuevo modo de relación entre las personas que aspira a la coherencia y a tratar al otro del modo en que uno quisiera ser tratado… Y mucho más.

Desde siempre ha habido dos direcciones en la evolución humana. Una lanzada hacia el progreso y otra que niega toda posibilidad de cambio.Haz click para twittear

Ellos, ni saben ni entienden que una misma cosa se puede expresar de múltiples formas. Tienen una mentalidad analítica más corta que su nariz. Están perdidos.

El mundo ha cambiado y es hora de mostrar la fuerza de lo débil. Cada uno de nosotros puede rebelarse frente a tanto atropello cotidiano dejando de obedecer. Es una cuestión de actitud. De comprender que mi destino (mis problemas personales) se juega con el destino de los demás (son problemas sociales) y es gracias a la colaboración y la ayuda mutua que podemos ir cambiando las cosas.

Estamos asistiendo al renacer del espíritu humano, al despertar de una nueva espiritualidad que nutre a los seres humanos en sus mejores aspiraciones.

Ha llegado el momento de DESOBEDECER. Hacer el vacío al sistema a la vez que nos vamos organizando para minimizar el daño que va a seguir produciendo su caída para construir el mundo del futuro.