Ya Ortega auscultó el Islam. Los señores del NO

Publicado en: Raciovitalismo 9

Ya Ortega y Gasset auscultó, hace más de ochenta años, la tendencia de los musulmanes a caer en el puritanismo o fanatismo. Para el filósofo madrileño la musulmana es la única religión que antepone un NO para formular su credo. Y ahora, en el siglo XXI, se puede afirmar que los señores de la guerra pretendidamente santa son los señores del NO. El artículo alterna dos tiempos: aquél en que lo escribí (2002) y los añadidos de 2017. Por eso los «más de 80 años» son ahora, en 2019, un siglo. Renuncio a seguir esperando respuesta, tras muchos meses de enviarlo, de la revista «El Ciervo» (Barcelona). Así que aquí va.

Por Julio Aguilar

Si el trato que un país da a sus mujeres y hombres verdaderamente ilustres lo define, mejor no termino la frase sobre España. Pero sí digo que a éste no lo dejaron en paz ni cuando estaba muriéndose.
Si el trato que un país da a sus mujeres y hombres verdaderamente ilustres lo define, mejor no termino la frase sobre España. Pero sí digo que a éste no lo dejaron en paz ni cuando estaba muriéndose.

Se ha echado tantas veces mano de Ortega para ilustrar artículos, que da cierto pudor seguir recurriendo a él. Pero el filósofo y escritor de inigualable estilo no ha perdido vigencia, incluso cuando sus ideas acerca de la excelencia parecen haber quedado barridas por el vendaval de la sociedad de masas y consumo. Y no importa que muchos de quienes le negaron el pan y la sal en vida, en sus postreros momentos y después hasta hoy, le deban no poco de su pensamiento, y hasta de sus metáforas. Pero quizá no se haya hablado de unas pinceladas orteguianas sobre el Islam, ni cuando esta palabra sólo traía perfumes exóticos (o malos recuerdos, según dónde) ni ahora, cuando no pasa día sin que la oigamos o leamos desde la mañana a la noche. Pues bien, escritas hace más de 80 años, arrojan un halo de luz sobre cosas que nos ocupan hoy más que nunca. Claro que, como en el desierto, la luz generosa ciega a los insensatos. Pero es luz.

Compruébese: «Cualquiera que sea la idea religiosa derramada sobre un alma beduina se sabe a priori cuál va a ser su resultado esencial. Éste no es otro que el puritanismo». De aquí afirma que el puritanismo no es religión, sino fanatismo, y que el mahometismo (palabra hoy en desuso, muy empleada por el filósofo) fue un puritanismo que «del fondo doctrinal judeocristiano espumó exclusivamente lo exagerado y agresivo». Entra Ortega en una interpretación que concede categoría determinante al lenguaje. Digamos que una cosa es ser algo y otra ser, por principio, anti algo. A esta segunda estirpe pertenecería para él la religión mahometana, la única que antepone, destaca el pensador, un nopara formular su credo: «No hay más Dios que Dios».

Y resulta que en esa formulación negativa encuentra su razón «la eficiencia bélica que tuvo el mahometismo». Es el ardor guerrero que vuelve a proclamarse a comienzos del tercer milenio, la invocación a esa palabra que ya forma parte de nuestro vocabulario, la yihad. ¡Qué doloroso contrasentido llamar guerra santa al asesinato! Pero lo básico de esta fe espuria que es el fanatismo «consiste, ante todo, en creer que los demás no tienen derecho a creer lo que nosotros no creemos. Más bien que monoteísmo, el nombre psicológicamente exacto de esta religión sería no politeísmo«. Así que estos señores de la guerra pretendidamente santa son LOS SEÑORES DEL NO.

Si se les permite, claro. Dicen que el Islam dominará el mundo, que la shariah es la verdadera solución, y cosas por el estilo ¿Ve alguien alguna mujer? Y la foto está tomada en el Reino Unido, no en Arabia, Afganistán y por ahí. Tampoco termino mi comentario sobre esta imagen, que con la ración de escupitajos que sufrí en cierta ocasión tengo más que suficiente.

Todas las barbaridades que hemos ido sabiendo del régimen talibán y después del EI (Estado Islámico)y grupos análogos, caben en estas breves líneas de Ortega: «Pero como a todo hay quien gane, dentro del mahometismo se producen periódicamente nuevas formas de archi-puritanismo. Una de ellas es este wehabismo, que lleva a pegar a los niños si ríen, a prohibirles jugar, etc.». Se refiere a la idea (?) religiosa esgrimida por Aben-Saud a principios del XX para imponer su dominio en la península arábiga. Bien, muy a principios del XXI supimos que Afganistán es un reino del NO a la enésima potencia: NO juego de cometas para los niños, NO colores vistosos, NO ajedrez, NO cine, NO baños (sólo una piscina abierta en Kabul el verano), … Y NO ABSOLUTO PARA LAS MUJERES (tras la intervención de EE. UU., ¿cambió algo substancial?) Lo mismo decir de las zonas dominadas década y media después por el EI y, repito, similares.

Una observación que me atrevo a hacer: no habla el filósofo de todas las barbaridades. Al menos en este ensayo, «Abenjaldún nos revela el secreto», omite la más execrable: el estado de no absoluto que cae sobre las mujeres cuando el fanatismo musulmán usurpa el lugar de la religión. Miento, no es solamente en los lugares martirizados por el fanatismo extremo donde las mujeres no existen, como si fueran invisibles, sino en todo el universo musulmán: desde Marruecos hasta la antaño española Mindanao (Filipinas). Olvido similar el de Ortega, éste de la mazmorra que es para las mujeres ese ámbito, al de tantos analistas actuales.

Nada más plástico para definir esa mazmorra que el BURKA, Y, ¡Dios!, leo a una «consagrada» del columnismo, presuntamente de izquierdas, decir que hay que respetar no sé qué costumbres. Las mismas que hoy quieren traernos a nuestra casa.

Termino aclarando que estoy a favor de dejar entrar a las mujeres musulmanas  por el infierno que soportan en sus países de origen. Sin este párrafo final, no habría escrito este artículo. Vean, señoras, que no soy tan monstruo (suelo acabar así cuando trato este tema).

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9 Comentarios

  1. meditaciones
    | Responder

    Los promotores de este Portal, como responsables finales de su contenido, nos sentimos obligados a aclarar nuestra postura no coincidente con el artículo de Julio. Como ya conversamos con él, creemos que es mejor promover el intercambio de ideas que practicar la censura frente a la discrepancia.

    Desde nuestro punto de vista, el texto se divide en dos partes. La primera es una crítica al Islam, como religión, desde la perspectiva orteguiana con la que coincidimos plenamente. Hay que decir que Ortega es un pensador humanista que abarca la multitud de aspectos de la vida humana. Se puede hacer lo propio con la religión católica sobre la cual también reflexionó. De hecho, algunos consideraron a Ortega como anticlerical por citas como esta: «Si hablo siempre con tanto enojo del catolicismo es porque representa para mí, en primer lugar, la absoluta contradicción de cuanto yo llamo cultura, humanidad, virtud y en segundo, porque él y acaso nada más ha sido el esquilmador de nuestra raza. […] Ya ves si mi odio al catolicismo está justificado». (Cartas de un joven español).

    Sin embargo, Ortega no es ni anti islámico ni anti católico. Ahí va otra cita: «en esta
    época donde todo el mundo es «anti», yo aspiro a «ser» y a no «anti-ser». (Vitalidad, alma, espíritu).

    El autor del artículo reconoce que el propio Ortega no efectúa ninguna crítica concreta a la aplicación del islam en la sociedad (porque tampoco le interesaba) y nos ofrece una, dando lugar a la segunda parte del artículo con la cual discrepamos.

    Se nos pone el ejemplo del fundamentalismo talibán en Afganistán sesgando una importante cantidad de información para comprender el origen de su existencia. En los años ’80 Afganistán estaba ocupada por la Unión Soviética y existían diferentes grupos en la oposición. Por un lado, los sectores más fundamentalistas financiados por la CIA para atacar a la URSS y grupos más tolerantes que combatían a los rusos pero se consideraban antiimperialistas y luchaban contra los fundamentalistas. Tras la retirada de las tropas promovida por Gorbachov los estadounidenses continuaron financiando al fundamentalismo islámico e incluso participaron en el asesinato de los líderes moderados de la oposición para facilitar la llegada al poder de los talibán. El resto es conocido.

    Para resolver un problema hay que profundizar en su raíz. Detrás del auge del fundamentalismo islámico y del terrorismo están los oscuros intereses geopolíticos de occidente (particularmente de USA y sus aliados Israel y Arabia Saudita). Es como si en España, se le diera el poder absoluto a los sectores más fundamentalistas de la iglesia católica. En menos de 10 años estaríamos viviendo en plena Inquisición y caza de brujas.

    Se puede estar a favor o en contra de cualquier religión pero es un error estigmatizarla sobre la base de una visión interesada en fomentar el terror y la desestabilización. El año pasado visité Indonesia, el mayor país islámico del mundo y no he conocido lugar más tolerante y tranquilo. Acabo de regresar de Estambul, la ciudad de las mil mezquitas, que está plagada de iglesias católicas.

    Los occidentales deberíamos hacer más autocrítica y empezar a denunciar a los verdaderos promotores de esos desastres y exigir a nuestros gobernantes la no complicidad con estados que intervienen en los asuntos internos de otros por sus intereses políticos y económicos.

  2. Anónimo
    | Responder

    Estimados amigos promotores de este Portal,

    Lo primero, no tengo inconveniente alguno en que refuten la parte del artículo que refleja más nítidamente mi pensamiento. Y es precisamente porque no soy un fundamentalista o, si se prefiere, no soy fan de nadie ni de nada (así que ni de Ortega). Esa palabra inglesa, tan usada por seguidores de cantantes y artistas de cine, me lleva directamente a fan-atismo, a fan-ático, cosa de la que huyo como de la peste. Ahora bien, ser admirador de Ortega, de Bécquer, de la que llamo Juana Inés de la Pluma (sor Juana Inés de la Cruz) o de quien sea es distinto.

    No pretendí escribir un artículo detallado, en que entraran en danza un sinfín de consideraciones, porque fue concebido para un diario o una revista comercial (no académica), y yo no tengo un alma conocida en las Redacciones. Dicho de otra manera: consideré que cuanto más corto fuera, más probabilidades de publicación tendría. Aun así, no sólo no lo publicaron, sino que ni me respondieron para decir que no (mal estilo, descortesía). Al menos tuve el consuelo de una profesora universitaria, que, tras leerlo, me escribió: «Peor para ellos». Gracias, querida amiga en la distancia. Me viene en estos mismos instantes a la memoria una frase orteguiana que dice, no sé si literalmente, «El esfuerzo inútil conduce a la melancolía». Bien, pues gracias a ella y a Vds. no ha sido un trabajo baldío.

    Por supuesto que Ortega no fue anti nada. Por eso mismo incide, y así se lee en el artículo, en la tonalidad negativa del mahometismo. El NO del que se habla es sinónimo del citado «anti». Al final del trabajo que vio la luz en este Portal el día 19 de este julio prometí silencio sobre cierto asunto feo, y por lo tanto no puedo responder a una parte de su Comentario porque rompería esa promesa. Sólo decir (si me captan) que ahí estoy de acuerdo con Vds. y, de paso, que ello no le quita validez a nada de lo que la inteligencia más perspicaz de España (y de otros lugares) dejó escrito hace un siglo sobre el fanatismo islámico.

    Conozco de qué hablan cuando se refieren a los soviéticos y a los yanquis en sus andanzas por Afganistán (soy doctor en Geografía e Historia). De hecho, en el artículo escribo una crítica a EE.UU., no por breve blanda.En cualquier caso, la clave del arco no está para mí en lo que aducen en la refutación (la palabra me resulta algo excesiva, dura). En Afganistán y, en general, en el mundo musulmán, los fanatismos no brotan como resultado de las maquinaciones urdidas por tales o cuales potencias, sino que son inherentes al propio islamismo, y así lo señala correctamente Ortega en su ensayo. Y, además, añado por mi parte (aunque también lo dice el filósofo de otra manera) que eso fue así desde sus mismísimos albores.

    Por otro lado, lo único que me apena de su Comentario es que, siendo tan extenso, no hayan dedicado una huérfana línea a lo que escribo sobre la situación de sumisión absoluta de las mujeres (la mitad de la población) en ese ámbito, que para mí es, con mucha diferencia sobre lo demás, lo más relevante de esa segunda parte que refutan.

    Les expreso mis mejores deseos de que pasen un espléndido fin de semana.
    Julio Aguilar

  3. Carolina Real Torres
    | Responder

    Quiero expresar mi más sincera enhorabuena al autor del artículo por su magnífica redacción y por su valentía a la hora de exponer sus ideas y su visión crítica sobre un tema tan controvertido como es el islam, las convicciones religiosas y la situación de la mujer, asunto sobre el cual -como sujeto femenino de la historia- me gustaría que no se obviara su relevancia, ya que no por antiguo deja de ser importante para nuestra sociedad. Aplaudo su delicadeza del último párrafo. Saludos de una lectora.

  4. Anónimo
    | Responder

    Estimada amiga Carolina,

    Te agradezco de verdad estas palabras, tan amables como correctas, inteligentes y, en los momentos que vive nuestra España (y también nuestra Europa en general) VALIENTES, MUY VALIENTES.

    Por otro lado, estimados responsables del Portal, yo no he inducido la respuesta de esta profesora, simplemente le he comunicado que en mi largo Comentario a su largo Comentario aludo elogiosamente a ella, sin escribir su nombre y apellidos, porque no he tenido tiempo de pedirle permiso para ello. Así que la decisión de dedicar parte de su valioso tiempo a esto, con tantas tareas como tiene, es exclusivamente suya.

    Con mis mejores deseos, tanto para ti como para ellos, me despido.

    PD.- Espero que no haya ninguna mujer entre los responsables del Portal, porque de lo contrario tendré que ir acelerando los preparativos de mi teoría sobre el masoquismo de que son presa una parte de ellas. O, si lo prefieren escuchar de otra manera, rehenes de su particular síndrome de Estocolmo.

    Yo, si me lo permiten, seguiré colaborando de vez en cuando y aceptaré cualquier Comentario. Pero si, como sucedió con el suyo del día 25, deseo aclarar cualquier aspecto, lo haré.

  5. Anónimo
    | Responder

    Buenas noches,
    Soy Julio Aguilar. No sé qué significa el logotipo de su Comentario del día 25. Espero que no estén cerrados ya. Es por ello por lo que les envío estas líneas, por ver si aparece como quinto Comentario o no. Yo no apremio a nadie, sé que sólo han transcurrido 49 horas del último mío. Así que esperaré y me gustará conocer la respuesta, sobre todo si entre Vds hay alguna mujer.
    Espléndido martes para los responsables de este Portal.
    PD.- Por cierto, no sé si lo saben, ya que en «La Lechuza» aparezco como julioaguilarweb: de los seis últimos artículos lechuceros, que son los que aparecen en su Portal, el escrito sobre Quevedo y el que trata sobre el desastre de los intelectuales en su entrada en política son míos.

  6. meditaciones
    | Responder

    Estimado Julio.

    Lamento comunicarle que la mayoría de colaboradores de este Portal somos hombres. Quizá por ello no nos corresponde a nosotros este debate pero ya que nos apremia e intentando ser breve le respondo.

    Creo que en estos temas hay mucha confusión y por eso es importante aclarar que una cosa es el debate en torno a la concepción de la mujer en tal o cual religión (en este caso el islam) y otra la situación social que le toca vivir a una persona en condición de su género. Una analogía: Hemos visto a líderes occidentales invocar a la libertad y los derechos humanos para justificar bombardeos masivos y ocupación de países que provocaron miles de víctimas en determinados lugares de interés geopolítico. Todo victimario debe «legitimar» en alguna medida su violencia. El que recibe las bombas y ve morir a sus amigos y familiares podría argumentar que eso de la libertad y los derechos humanos es algo muy malo. Se podría construir un relato equivalente al que se hace con respecto al islam y sería igual de falso… Lo que pasa es que aquí operan muchos prejuicios…

    Es importante esta diferenciación para evitar caer en el estereotipo y la simplificación que no ayudan a resolver los problemas. En términos generales, las mujeres están discriminadas en todos los países del mundo. En algunos se utiliza el islam para machacarlas (y hay que profundizar en cómo se ha llegado a esa situación). En España, todavía hay jueces (y juezas) que consideran un atenuante a la violación el hecho de que la víctima no presentara «suficiente defensa», o «no cerrara las piernas» o vistiera de manera provocativa. Por no hablar de las que son asesinadas por sus parejas. En Argentina, hace poco, un montón de hombres decidieron en el congreso rechazar la despenalización del aborto. Cientos de mujeres pobres mueren desangradas al año en clínicas clandestinas mientras las hijas y esposas de esos señores que votaron no viajan a abortar al extranjero o lo hacen en clínicas clandestinas con todas las garantías.

    Quizá el debate debería derivar hacia la concepción del ser humano. A lo mejor hay que poner en cuestión un tipo de mirada o de visión cosificadora que concibe a las personas como meros objetos cuyo valor reside en la fórmula consumidor/productor…

    Volviendo a la cuestión de la mujer en el islam. También es curioso cómo nunca se pone el ejemplo de los países donde hay mayor tolerancia. Insisto. Yo viajé por el mayor país islámico del mundo y observé una tolerancia religiosa envidiable. También observé que, las escasísimas mujeres que portaban el burka pertenecían a la clase alta y estaban rodeadas de lujo. Bien. Habría que preguntarles a ellas si lo quieren llevar o no.

    Ninguna religión en sí misma es buena o mala. Es más o menos criticable. Lo malo es el uso que los hombres hacen de la religión con el objetivo de justificar su violencia.

    Siento no haber sabido ser breve. Un saludo.

  7. Anónimo
    | Responder

    Buenos días, responsables del Portal,

    Lo primero, gracias por responder. Lo hace ahora una sola persona; desconozco si es Juande, con quien he mantenido contacto por correo, así que, por si no lo fuera, emplearé el tratamiento de «usted».

    Me doy por enterado. Coincido con casi toda su respuesta. Por lo tanto, hay un poquito en lo que no concuerdo. Pero, no es necesario que lo repita, ya lo escribí. Lo que sí voy a repetir es que considero interesante que un artículo se comente. Y que la discrepancia es lícita y, a veces, incluso enriquecedora.

    Acabo de ver (y también otro día) que se nos invita a hacer conocedores de este Portal a nuestras amistades de Facebook. Les explico por qué no lo hago: sólo empleo esa red social para conocer los resultados de los artículos de «El vuelo de la lechuza», que se ven de forma muy distinta a como los vemos los colaboradores en la página que tenemos a tal efecto. Por ejemplo, cuando mi «La impronta literaria de Ortega y Gasset» tenía, no sé, unos 14 Me Gusta en dicha página, resulta que en Facebook, entre Me Gusta y Me Encanta tenía más de 180. El escrito sobre Quevedo, 25 en la página y más de 220 en Facebook. Etc. Las personas que están en mi cuenta de esa RS son dos amistades de mi pueblo y tres o cuatro familiares, a quienes ya les hice saber que, tras cerrarla durante meses y abrirla de nuevo, el único objetivo es el que acabo de señalarles.

    Veo que los Me Gusta en el Portal, excepto en artículos que llevan mucho tiempo o que son de una muy determinada temática, son escasísimos. A mí eso no me importa, pero, si fueran tan amables, me gustaría saber si hay manera de conocer el número de lecturas (perdón, de visitas, que no es lo mismo).

    También constato que bajo el epígrafe «Autores y temas» hay gran diversidad de ellos. Por ejemplo, «Budismo» y «Espiritualidad». Lo digo porque tengo un artículo sobre la llamada Biblia del Hinduismo, «Ante la estancia segunda del Bhagavad Gita», rechazado por «La Lechuza» precisamente por la alusión a Ortega que hago en el mismo (y no digo más, porque respeto la privacidad de los correos). Si quieren que se lo envíe como propuesta, me lo dicen.

    Les deseo un fructífero viernes agosteño, a pesar de estar, como escribía el bueno y grande de Ortega, en «el vago estío». Bueno, dentro del vago estío, agosto, más que vago, suele ser vaguísimo.

  8. meditaciones
    | Responder

    Hola Julio.

    Este Portal es muy reciente. El mes próximo hará apenas un año que está en la red. Somos dos responsables y algunos colaboradores como tú que nos enviáis vuestros artículos. Por hacer un símil futbolístico: el vuelo de la lechuza juega en primera división y nosotros acabamos de entrar en tercera. Ellos tienen más de 40.000 seguidores en facebook y nosotros 800… Probablemente tengan unas 50.000 visitas mensuales y nosotros unas 4.000. Eso explica la diferencia de «Me gustas». Su universo es mucho mayor que el nuestro. Pero es normal, ellos están muy consagrados y nosotros estamos empezando y cada vez tenemos más seguidores, más visitas y más colaboradores. Es un proceso.

    Este Portal tuvo una etapa anterior a finales del pasado milenio como Biblioteca para difundir el pensamiento de Ortega. En aquel momento era incluso complicado conseguir ediciones de bolsillo de sus libros en España porque muchos estaban agotados. Por no hablar de las obras completas. El nombre del portal «Meditaciones» fue homenaje a su primer libro «Meditaciones del Quijote». Hicimos un enorme esfuerzo de digitalización de textos y el web se fue ampliando con un éxito que no esperábamos en absoluto. Esta etapa culminó en 2003 con la organización de un Encuentro Internacional de Filosofía Raciovitalista y Humanista. Luego, por causas personales, dejamos de lado el proyecto y el ataque de unos hackers informáticos lo acabaron de finiquitar.

    Aprovechando parte del material que aquélla época, para no empezar de cero, hemos retomado la iniciativa con una perspectiva mucho más amplia pero con la misma idea de crear espacios de comunicación e intercambio que sean constructivos, que sirvan para algo… De ahí la temática general de la filosofía práctica.

    No tenemos estadísticas de visitas a artículos sólo de visitas generales.

    Puedes enviar el artículo. En nuestro caso, si hace alusión a Ortega, es una dificultad para no publicarlo.

    Recibe un saludo. Juande.

  9. Anónimo
    | Responder

    Buenos días, Juande,
    Ahora te envío por correo un artículo, pero no el referido a la «Biblia del hinduismo», sino uno dedicado enteramente a Ortega. Como se publicó el 30 de agosto de 2018 en «La Lechuza», es probable que por uno o varios días no fuera incluido entre esos que están en el margen derecho. Yo en el feed no he visto nada.
    Saludos cordiales

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